Una tragedia estremeció a la comunidad cubana en Guyana el pasado 23 de mayo, cuando una joven de apenas 21 años fue brutalmente asesinada por su padrastro, en un acto de violencia doméstica que también dejó gravemente herida a su madre. La información fue divulgada por la página de Facebook Cubaneando por el Mundo, que ha seguido de cerca el caso.
La víctima fue identificada como Dabely Miranda, también conocida en redes sociales como Dabely Morales. La joven había llegado a Georgetown, capital guyanesa, hacía apenas un mes junto a su madre, Milaysi Rodríguez (38), su hermana menor de nueve años, y el agresor, Luís Poey Alfonso, de 40 años.
La familia residía en un apartamento alquilado en Pike Street, sector de Kitty, cuando ocurrió el crimen. Según reportes de la Fuerza de Policía de Guyana, alrededor de las 7:00 a.m. un vecino escuchó gritos desgarradores provenientes del apartamento número 1. Al acercarse, halló la puerta entreabierta y presenció una escena dantesca: Alfonso atacaba salvajemente con un machete a Milaysi, mientras Dabely yacía ensangrentada en el suelo con heridas visibles.
A pesar de sus lesiones, Dabely logró escapar momentáneamente del ataque, pero colapsó en el pasillo del edificio, donde fue hallada sin vida por los paramédicos. El examen preliminar reveló múltiples heridas profundas en sus manos, cuello y mandíbula, signos evidentes de una lucha desesperada por sobrevivir.
Su madre fue trasladada en estado crítico al Hospital Público de Georgetown, donde permanece ingresada con múltiples heridas de arma blanca. La niña de nueve años resultó ilesa, pero ha quedado emocionalmente marcada por la tragedia.
Horas más tarde, el propio asesino se entregó en la estación de policía de Kitty, aún con el cuchillo de carnicero manchado de sangre. Las autoridades lo detuvieron de inmediato y han abierto una investigación para esclarecer los motivos detrás del brutal crimen.
Dabely trabajaba como representante de ventas y, según testimonios recogidos por medios locales, era una joven alegre, con sueños y deseos de prosperar en el extranjero. Su muerte ha causado profunda conmoción tanto entre cubanos en Guyana como entre quienes la conocieron en Cuba.
La violencia doméstica vuelve a cobrarse una vida inocente, dejando a una familia destrozada y a una niña huérfana de protección. Mientras la justicia sigue su curso, el caso ha generado indignación y dolor en la diáspora cubana.