Los nuevos aranceles impulsados por la administración de Donald Trump han encendido las alarmas entre empresas y consumidores. A partir del 2 de abril de 2025, entraron en vigor medidas arancelarias que afectan a un amplio rango de productos importados desde Asia y Europa.
Las tarifas incluyen un arancel general del 10% a la mayoría de las importaciones, un 30% adicional para productos provenientes de China y gravámenes específicos a sectores como tecnología, metales, autopartes y textiles. La eliminación de la exención de minimis, que favorecía a plataformas como Shein y Temu, también ha generado consecuencias inmediatas.
“La magnitud de estos aumentos es más de lo que cualquier minorista puede absorber”, advirtió John David Rainey, director financiero de Walmart. La cadena comenzará a subir precios a finales de mayo y anticipa incrementos aún mayores para junio. Otras compañías no se han quedado atrás. Nike confirmó que subirá entre $2 y $10 los precios de su ropa y calzado desde el 1 de junio.
Aunque la empresa no mencionó directamente los aranceles, analistas los consideran el principal motivo. Adidas fue más clara: su CEO Bjørn Gulden advirtió que “si los aranceles se mantienen, por supuesto que habrá aumentos”.
Amazon, por su parte, alertó que muchos de sus vendedores externos ya están trasladando los costos a los consumidores. Algunos productos electrónicos han subido de precio y la empresa ha cambiado su estrategia de inventario. Mattel calculó que los aranceles le costarán $270 millones este año, forzando ajustes en casi la mitad de su catálogo. Incluso el presidente Trump respondió con una amenaza: “Pondré un arancel del 100% a sus juguetes”.
“Los aranceles son inherentemente inflacionarios”, afirmó Jon Moeller, CEO de Procter & Gamble, que también prevé aumentos. Columbia Sportswear, On Running y Best Buy ya admiten que subirán precios, al igual que automotrices como Ford y Subaru. Otras empresas como Ralph Lauren, Stanley Black & Decker, Target y Volvo están en proceso de ajustes similares.
Según la encuesta Allianz Trade Global Survey 2025, el 60% de las empresas consultadas cree que la guerra comercial tendrá un impacto negativo y solo el 22% podrá evitar trasladar el costo al consumidor. Mientras tanto, la confianza del consumidor estadounidense cae, y las expectativas de inflación suben.
En este contexto, los consumidores enfrentan una realidad clara: el precio de la política comercial de Trump se pagará en la caja registradora.
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