Un nuevo caso de violencia de género ha estremecido a la comunidad de Niquero, en la provincia de Granma, Cuba. Gretel Matos, madre de dos menores de edad, fue asesinada a puñaladas por su expareja, Didier Almagro, en plena vía pública este viernes 13 de junio, según reportó la página de Facebook La Hora de Cuba.

El ataque ocurrió a plena luz del día, cerca de la plaza principal del pueblo, mientras la víctima se encontraba acompañada por su actual pareja. Almagro, quien era el padre de la hija menor de Gretel, le propinó al menos tres puñaladas antes de huir del lugar. Hasta la mañana del sábado, el presunto feminicida continuaba prófugo.

Vecinos del municipio confirmaron que el agresor había amenazado previamente a la víctima, tras varios intentos fallidos de reanudar la relación. “Ya había dicho que la iba a matar”, señalaron habitantes de la zona consternados por el hecho.

Gretel Matos tenía 33 años y su muerte ha generado una fuerte ola de indignación en redes sociales, donde activistas, ciudadanos y plataformas feministas claman justicia. Entre ellas, las organizaciones independientes Alas Tensas y YoSíTeCreo en Cuba han alertado sobre el incremento de feminicidios en la isla. Hasta el cierre de mayo de 2025, ambas plataformas contabilizaban al menos 15 casos de mujeres asesinadas por motivos de género.

El feminicidio de Gretel se suma a una creciente lista de crímenes que visibilizan la ausencia de políticas públicas eficaces para prevenir la violencia machista en el país. A pesar de los llamados constantes de la sociedad civil, el Estado cubano sigue sin reconocer legalmente el feminicidio como una figura penal diferenciada, lo que obstaculiza la prevención, protección y justicia para las víctimas.

Desde distintos medios y plataformas ciudadanas, se insiste en la urgencia de establecer protocolos reales de protección para mujeres en situación de riesgo, así como en la creación de refugios seguros y leyes específicas que castiguen con severidad estos actos de violencia extrema.

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