En medio de la profunda crisis energética que afecta a Cuba, el ciudadano Cesario Navas alzó su voz con fuerza en redes sociales, expresando su indignación por los apagones y la desconexión de internet sufridos este sábado en el circuito 3.
Su denuncia, publicada en su perfil de Facebook, se ha hecho viral entre usuarios que comparten la frustración generalizada por la gestión gubernamental del sistema eléctrico y de telecomunicaciones.
El mensaje de Navas fue claro, directo y cargado de impotencia:
“¡Estos gobernantes no pueden tener la comprensión del pueblo! Son fraudulentos, decepcionantes y no son creíbles. Hoy, en el circuito 3, nos cortaron la electricidad a las 2:00 p.m. hasta pasadas las 5:30 p.m. Ahora, a las 8:00 p.m. ¡SORPRESAS!, quitaron la conexión.
Los que implementaron este desastre nacional, por lógica, no son los llamados para revertirlo.
Por favor, las puertas de la nación están abiertas. ¡Sean dignos, decentes, elegantes, salgan, salgan!
Estamos hartos de tantos fracasos. AMÉN.”
El testimonio refleja el estado anímico de buena parte de la ciudadanía, que sufre cotidianamente los efectos de una infraestructura colapsada.
Apagones prolongados, cortes de internet sin previo aviso y la falta de respuestas claras han profundizado el malestar popular.
Los comentarios en la publicación muestran solidaridad con Navas y una creciente desconfianza en las autoridades.
Muchos cubanos coinciden en que el país atraviesa uno de sus peores momentos en décadas, sin visos de mejora, mientras el discurso oficial insiste en responsabilizar a factores externos.
El reclamo de Cesario no es aislado. Cada día surgen más voces que exigen cambios profundos, no sólo técnicos, sino también políticos y éticos.
La frase final del mensaje —“¡Sean dignos, decentes, elegantes, salgan!”— retumba como un clamor que resume el cansancio nacional ante una crisis que ya no admite excusas.
Cesario Navas Morlanes es un escritor y activista cubano conocido por sus textos críticos sobre la realidad social en Cuba:
Aparece regularmente donde publica sobre temas como el abandono de jubilados o las condiciones de vida en La Habana.
Se identifica como cubano, nacido en Camagüey y residente en La Habana, con estudios en la Universidad de La Habana.
Ha trabajado como asistente de dirección en el Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC), desde donde también ha criticado prácticas como las largas colas para comprar productos básicos.
En términos generales, se trata de una voz crítica con el gobierno cubano, que usa las redes sociales para denunciar problemas cotidianos: la escasez, el maltrato a los jubilados, el deterioro urbano y, en recientes publicaciones, los cortes de electricidad y conexión a internet.
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